Los años son acumulativos, no dejamos de tener siete años cuando cumplimos ocho, por eso, no importa la edad que tengas ahorita, en ti sigue habitando la niña o niño de uno, dos, seis, diez, doce años. Es por eso que la persona que eres hoy, puede sanar a la que fuiste.
¿Cuándo fue la ultimo día que hiciste algo por tu niña o niño? ¿Qué te parece si ese día es hoy?
Este encuentro tiene el objetivo de sanar desde la experiencia de la presencia amorosa.
Busca algún objeto que para ti represente a esa pequeña, acércate con ternura y respeto. Deja que ese objeto te ayude a conectar con tu niña. No olvides presentarte. Visualiza como la llenas de amor, a mi me gusta imaginar un luz rosa, suave y gentil que la envuelve. Toma el tiempo que necesites para hacerte presente con ella.
Pregúntale sobre sus gustos, sus sabores favoritos, sus sonidos, aromas, colores, animales, juegos preferidos, cual es su recuerdo más amado… Tomate tiempo para escucharla y estar presente con ella.
Tu, mejor que nadie la conoce y sabes muy bien lo que le hizo falta escuchar y recibir, este es el momento, desde tu corazón, habla con ella y deja que escuche de ti, todo aquello que hubiera necesitado escuchar, sobre quien es, lo importante que es, reconocer sus talentos, motivarla y especialmente decirle que es amada y confías en ella.
Permítete hablarle desde el corazón y reconocer como esta recibiéndolo.
Cuando sientas que has finalizado, llama a tu sabiduría interior y pídele que juntas, construyan un espacio seguro y amoroso para esa pequeña, permítele que coloque todo lo que desea, los colores, formas, juguetes, y tu, asegúrate de colocar protecciones en ese espacio, fuentes infinitas de amor y confianza para ella, espacios cálidos donde recostarse segura.
Pregúntale quienes desea que estén en ese lugar y quienes tienen prohibido el acceso.
Construyan su espacio seguro y amoroso juntas y conectarlo con tu espacio actual, dile que tiene acceso a ti cuando lo desee, que puede opinar, jugar, reír, soñar, darte ideas pero especialmente, que juntas, pueden ser muy felices y amarse incondicionalmente.
Quédate con ella todo el tiempo que necesites.
Agradécele y abrázala. Sin perder esa conexión, respira profundamente y regresa a tus actividades con todas las sensaciones agradables de esta experiencia.
Visítala siempre que puedas, ella esta ahí para ti y tu para ella.
Con amor, Ev Dublán.