De acuerdo a un estudio realizado por la universidad de California y Johns Hopkins, de enero a mayo de este año, la palabra más buscada en internet fue “Ansiedad”. Rompió el récord de visitas de los últimos 16 años.
Vinculado a él, la gente buscaba los síntomas de ataque de pánico o ataque de ansiedad.
Cerca de abril, diversos órganos de salud ya señalaban que podíamos esperar que las cifras de ansiedad y depresión fueran similares a las de una post guerra ¿te imaginas?
En 18 años como terapeuta, nunca había tenido tanto trabajo con personas que de una u otra forma, han experimentado ataques de pánico y ansiedad aguda, si bien, es algo relativamente común en la consulta, este semestre, se disparó muchísimo.
Pero, ¿Qué es la ansiedad?
Es una situación de aprehensión, anticipación o temor al posible peligro. Esta alerta se puede manifestar de muchas formas, por ejemplo, palpitaciones, insomnio, dificultad para respirar, opresión en el pecho, dificultad para deglutir, miedo ante enfermedades imaginarias, etc.
En palabras mas sencillas, se trata de un conjunto de emociones reprimidas, no reconocidas ni elaboradas que se “atascan” y nos hacen sentir lo que conocemos como angustia.
Si la ansiedad no es tratada, llegaremos a un ataque de pánico, que es una manifestación subida de ansiedad, que puede llegar de improviso e inesperada con falta de aire, sensación (casi certeza) de que la persona va a morir o se va a volver loca.
La característica del ataque de pánico es que suele ser tan intenso, qué tras haber pasado, queda algo que conocemos como “miedo al miedo”, es decir, se experimenta fuerte miedo a que vuelva a suceder y ante cualquier signo como un cambio en sus palpitaciones o respiración, lo toma como una señal de que el ataque ha iniciado de nuevo.
Suelo decir a mis pacientes que vivir con ansiedad es agotador, ya que se ocupa mucha energía para contener las emociones y lo que queda, para hacer el resto de sus actividades.
Muchas personas viven con ansiedad, incluso sin saber lo que les ocurre, debemos saber que es indispensable tratarla, en la mayoría de los casos, profesionalmente.
Mientras llegas a consulta con un psicoterapeuta, te dejo un ejercicio que te ayudara a reconocer las emociones y, por lo tanto, irlas elaborando.
Toma papel y lápiz, escribe una lista de las emociones que alcanzas a reconocer, la más común suele ser el miedo, pero date oportunidad de explorar cuales más están ahí, quizá tristeza, desesperanza, etc.
Después, escribe: Yo soy -nombre- y -la emoción- se siente así: -describe lo que sientes, donde, como se siente, si tuviera un color ¿cuál sería? si tuviera una forma ¿Cuál sería?, etc.-
Así con cada emoción.
Finalmente pregúntate ¿de que te ha servido esa emoción en tu vida? Ve una por una encontrando su utilidad, incluso, de que te ha salvado. Escribelo. Descubrirás cosas muy interesantes.
Realiza el ejercicio y busca ayuda profesional, no te quedes con videos o blogs que solo retrasaran tu proceso. A Nivel psicoterapéutico, existen infinidad de opciones para sanar de manera efectiva e incluso, relativamente rápida.
Te mando un abrazo grande.
Con amor
Eveline Dublán